lunes, 27 de junio de 2011

Evaluación Modular Parte 3. #IAC11 Curso de innovación abierta en la gestión de proyectos culturales.

Caso de estudio asociación Ágora. Parte 3.

Pregunta 3. Comenta el grado de implicación que deberían tener los agentes y artistas locales en el proyecto, determinando su papel pero sin perder de vista el posicionamiento que has definido en el punto anterior y valorando el proyecto también con un punto de vista global.

Un proyecto como éste entiende y respeta todas las posibilidades de organización y distribución de la creatividad, pero entiende su contribución como una abierta apuesta por un modelo en el que la generación artística comparezca contextualizada y tramada de modo colaborativo, en código abierto, como se haría en un laboratorio científico o en una peña flamenca. Entendiendo lo cultural en el más amplio sentido, como proceso activo, vital, integrado en el entorno en que se da.

Para que nuestra apuesta no se quede en un brindis al sol de la colaboración y el procomún, la estructura toda de la organización de la sede central apunta a establecer espacios de trabajo y difusión que no se adscriben sólo a individuos (estudios, exposiciones, etc.) sino a prácticas y lenguajes (talleres, laboratorios). De este modo la estructura de distribución espacial, temporal y laboral trabajará para que las prácticas artísticas más avanzadas compartan laboratorio de trabajo, espacios de discusión y hasta mesa y mantel con las prácticas sociales y políticas tramadas entre los pueblos y la zona metropolitana.


El grado de implicación que los agentes y los artistas locales deberían tener en este proyecto es bastante alto; que el proyecto SituARTe en Ágora salga adelante depende en gran medida de su trabajo, ya que, como señalé en el punto anterior, uno de los aspectos fundamentales del proyecto es su descentralización. Se espera que el proyecto forme parte de la vida de los artistas locales, que en todo momento tendrán a su disposición la información y los medios necesarios para el desarrollo de su labor, por el bien de ellos y de la comunidad. De hecho, los beneficiarios de este proyecto serán los artistas locales o empadronados en la región, así como toda la ciudadanía, que quiera participar en la actividad del centro o incluso asociarse al mismo.
Entre los objetivos planteados con respecto a la comunidad creativa se encuentran: visibilizar el trabajo de los artistas de Ágora, experimentar nuevas formas de gestión y autogestión artística vinculada a espacios públicos y privados, contribuir al desarrollo artístico y creativo de la ciudad a través de un centro de experimentación – laboratorio para los artistas, contar con un punto de encuentro apropiado para artistas, creadores y asociaciones culturales, que canalice e impulse sus iniciativas creativas, disponer de una comunidad que impulse iniciativas formativas artísticas específicas y establecer relaciones con estudiantes de artes de la Región, agentes sociales, asociaciones e individuos interesados en el mundo del arte y la cultura.

La gestión se desarrollará a partir de comisiones de trabajo encargadas por temáticas diferenciadas, como se ha venido haciendo en la estructura de trabajo del movimiento 15M. En primer lugar, una comisión se hará cargo de la comunicación. También será relevante una comisión encargada de la formación. Otra se ocupará de las relaciones públicas y los acuerdos (crear redes de contactos, acuerdos con asociaciones). Otra se responsabilizará de la organización de eventos;. Asimismo, se formará una comisión destinada a la sostenibilidad y la ecología, una sobre identidad y dirección (encargada de gestión económica). Finalmente, otra comisión pondrá toda su atención en la descentralización del arte y la cultura; otra se centrará en la diversidad cultural y, por último, se creará una comisión sobre trabajo en el panorama internacional.
Con este proyecto se pretende que Ágora se adapte a los cambios que están teniendo lugar en la sociedad del siglo XXI. Al igual que el siglo XX alumbró los cambios producidos por la revolución industrial del siglo XIX, como nos mostró Fritz Lang en Metrópolis, la época actual está marcada por la revolución tecnológica y la globalización, con todo lo bueno y malo que esto lleva consigo, pues si en tiempos de crisis globalizada un país estornuda, el otro se resfría, lo que afecta a la vida cultural y social del mundo.
En conclusión, se está demostrando que con un trabajo en abierto las cosas funcionan mejor; por ejemplo, con menos presupuesto se pueden llevar a cabo proyectos que antes resultaban impensables. Con las nuevas herramientas de que se dispone se comparte el conocimiento, de modo que éste ya no se queda sólo en el ámbito académico cerrado sino que se abre la posibilidad de acercar el arte y la cultura a toda la sociedad, haciéndola partícipe en su construcción. La cultura es un bien común y esta debe de estar al alcance de todo el mundo. El conocimiento es de vital importancia tanto para la economía como para la vida social y cultural de un pueblo, esto significa que el futuro del pueblo depende sobre todo de la enseñanza, la investigación, su sistema educacional y la transmisión de dicha cultura. Desde Ágora y especialmente su proyecto SituARTe intentan poner su grano de arena en el proceso de mejorar el mundo que nos rodea ganando todos en calidad de vida.

http://cultura-abierta.blogspot.com/2011/06/evaluacion-modular-3-parte.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario