domingo, 10 de enero de 2010

El Viajero


Capitulo IX

De cuando estuve en el jardín de Mari Trini


¿Qué es lo que ha caído por la chimenea?

¡qué susto, casi me quemo!

A ver, ¡oh, mira! ¡es una estrella!

Y las dos ancianas dejaron sus preparativos culinarios y se acercaron a verla.

¡Deprisa! Prepara té caliente, está mal herida. Yo la velaré hasta que despierte.

De acuerdo prepararé té y paños calientes.

Pasaron los días y la estrella permanecía inerte en la cama,
pero sus ojos salían, se iban por la ventana. Por el día seguía a las nubes con sus vaivenes y tormentos, y por la noche escrutaba constelaciones buscando hueco.

¿Cómo va la niña? Preguntó la que tenía negro el pelo.

Ahí va luchando en silencio. Es un proceso lento. Le dijo la que tenía blanco el pelo.

En un primer chequeo, estimo un gran desequilibrio en su sistema operativo. Hasta que no despierte no me atrevo hacerle un reseteo completo. Hay que cambiarle la tarjeta gráfica.
En utilidades de disco puedes ir reparando permisos.
Yo voy a la tienda de la Patri a por Ram, le pondré el máximo.
Y deja cargando la batería para que cuando despierte pueda encenderse sin tener que estar enganchada a la corriente.

Descuida marcha tranquila. Saluda a la Patri y dile que se que anda en líos con algún que otro vampiro chupapixeles y adicto.

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